Los recursos didácticos
Los recursos didácticos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Una vez que el formador ha conseguido saber los distintos contenidos que va a presentar a los alumnos y los ha secuenciado y ordenado en el espacio y en el tiempo planificando los mismos, y, además, ya tiene claro qué tipo de método didáctico será el más apropiado para poder desarrollar la acción formativa, llega el momento de establecer a qué medios o recursos didácticos recurrirá y, para ello, está obligado, de alguna forma, a conocer las posibilidades que existen al respecto.
a) Concepto y definición de recursos didáctico
Un recurso didáctico es todo medio instrumental que ayuda o facilita la enseñanza y posibilita la consecución de los objetivos de aprendizaje que se pretenden.
En unos casos, como en la enseñanza programada o la formación asistida por ordenador, se trata del soporte material que se usa para la puesta en práctica de la acción formativa, yes la esencia del método. En otros casos sucede que para un mismo método pueden usarse distintos soportes, medios o recursos didácticos, y en cuyo caso se convierten en material auxiliar que, por regla general, debe ser cuidadosamente estudiado en cuanto a la idoneidad de su uso.
Será el formador, por tanto, el que debe elegir entre los muchos existentes", o bien diseñar alguno específico para una aplicación concreta. Sea como sea, los medios didácticos deberán desarrollarse abiertamente para permitir a los formadores trabajar con una cierta variedad didáctica. Conviene, por ello, tener en cuenta que, como instrumentos pedagógicos auxiliares que son, los medios y sistemas o recursos didácticos no tienen más objetivo que facilitar el aprendizaje del alumno.
b) Algunos criterios de selección de recursos didácticos
El formador debe elegir el contenido y el tipo de soporte didáctico que va a utilizar en sus acciones formativas, en función de los siguientes elementos:
La materia específica a enseñar.
Las necesidades y la situación de aprendizaje de los alumnos.
Las condiciones ambientales.
El tiempo disponible para la aplicación.
Por tanto, cuando el formador elige un recurso didáctico también tiene que tener
en cuenta otros elementos como:
La utilidad que efectivamente tendrá para el alumno y para alcanzar los obje-
tivos propuestos.
Las características de la audiencia, es decir, si la composición de la clase es homogénea o heterogénea, el nivel cultural, el número de participantes y media de edad.
La limitación económica, en cuanto al presupuesto disponible para adquirir nuevo material, el coste de mantenimiento de los recursos, así como la proporción entre recurso y número de alumnos.
El tiempo del que se dispone para el programa y para utilizar los recursos di-
dácticos.
Las características específicas del medio o recurso didáctico.
Las ventajas y las limitaciones de los distintos recursos didácticos no son sólo de carácter intrínseco a ellos mismos, sino que hay que tenerlas en cuenta en su relación con el papel o función que cumplen en ellos los sentidos corporales para la asimilación de contenidos, habilidades o actitudes, ya que no todos contribuyen en el mismo grado al proceso de aprendizaje. Así, una información didáctica que combine palabras' y dibujos multiplica sus probabilidades de retención respecto a otra que emplee sólo uno de estos elementos. Por tanto, la cuestión no es sólo seleccionar el mejor recurso didáctico y su aplicación técnica, sino que también será fundamental preparar de manera conveniente el contenido que se va a transmitir a través de dicho recurso".
Para preparar adecuadamente el contenido que se va a transmitir, es de gran utilidad conocer las condiciones o requisitos de los recursos con los que se cuenta. Estas
herramientas de aprendizaje deben ser, sobre todo:
Visibles: de fácil visibilidad en su uso.
Sencillas: con un contenido concreto, preciso y limitado, y con las palabras y
conceptos fundamentales resaltados.
Precisas: debe contener información objetiva, actualizada, completa y ordenada.
Interesantes: a través del diseño, los colores y los gráficos, que deben atraer la atención, y las ilustraciones y los ejemplos, que permitirán retener los datos.
Prácticos: de tal forma que los oyentes se identifiquen con ellos y, al mismo
tiempo, sean fáciles de comprender y aplicar.
Igualmente, hay que tener en cuenta el aspecto importante relativo a su nivel de
concreción y/o abstracción, así como el grado de realismo. Son muchos los materiales didácticos que combinan medios con distinto grado de realismo, y, en determinadas circunstancias, un buen esquema gráfico, construido con símbolos visuales se ha demostrado más eficaz que las fotos tomadas de la realidad.
Cuando se decide por el uso de un determinado material, también es importante que el formador tenga/muy presente que lo importante es la necesidad y adecuación de dicho material al objetivo de referencia que se quiere lograr, es decir, sus funciones.
La variedad y las potencialidades de los recursos didácticos audiovisuales no deben hacer que el formador se olvide de la función que cumplen realmente dichos medios, de ahí que sólo debe recurrirse a ellos cuando sea preciso:
- Ilustrar un determinado elemento.
- Demostrar un contenido o una idea específica.
- Centrar la atención del alumno sobre un aspecto particular del tema estudiado, así como sus dimensiones o sus efectos.
Con frecuencia, los formadores utilizan determinados recursos didácticos sin detenerse a reflexionar sobre el principio en el que se basan, lo cual comporta un riesgo añadido al usarlos o hacerlos usar a los alumnos de una manera mecánica, sin sacar un verdadero partido a todas sus posibilidades y sin hacer una verdadera aportación significativa al aprendizaje. Para evitar esta posibilidad hay que tener presente, por un lado, que el aprendizaje es un proceso de diferenciación e integración y, por otro, que cada recurso tiene unas características propias y éstas se relacionan íntimamente con el aprendizaje.
Los recursos didácticos deben apoyarse en la búsqueda de diferencias, semejanzas y pertenencia a un ámbito mayor para facilitar el aprendizaje. Se deberían utilizar aquellos medios que mejor se adapten a los rasgos de la percepción humana, teniendo en cuenta cuestiones tales como el hecho de que la mayor parte del aprendizaje humano se produce a través de la vista, o bien que existen unos límites mínimos y máximos para la percepción (llamados, respectivamente, umbral y dintel perceptivos), sin olvidar que la información que se ve y se oye se recuerda mejor que la que sólo se ha visto.
Otro aspecto a tener en cuenta es la adecuación de algunos medios a los contenidos concretos", y antes de emplear los recursos, o dar por finalizada su planificación, es importante que el formador atienda a dos factores, el primero de tipo conceptual y el segundo de tipo práctico. Los medios y recursos didácticos deben contemplarse como unidades de aprendizaje más pequeñas aunque con suficiente entidad en sí mismas, y contribuyen decisivamente a la tarea docente. Asimismo, deberán respetar unos principios psicopedagógicos que aseguren su función de apoyo al aprendizaje, por lo que incluirán elementos de carácter motivador, orientaciones pedagógicas, profundizaciones del tema, síntesis y ejercicios.
Finalmente, el formador debe cerciorarse de que todos los medios y recursos didácticos estén suficientemente preparados en el momento de su utilización, revisando la instalación de cada recurso y el perfecto estado de sus elementos, así como prever la presencia de ayudante, si fuera preciso.
c) Clasificación y tipos de recursos didácticos
La variedad de recursos que actualmente existen es muy amplia, lo que obliqa a establecer categorías a la hora de abordarlos. Una de las formas más comunes de clasi arios es la que consiste en separar los recursos en función de si proyectan imágenes no, Los recursos con proyección de imágenes distinguen entre imágenes fijas y las e se suele denominar como imágenes en movimiento (aunque en realidad se trata una rápida sucesión de imágenes fijas). Ambas modalidades suelen ir asociadas a registro sonoro que puede ser el texto explicativo preparado por el autor del programa o una información complementaria. Además, hay otra clase constituida por los recursos sonoros llamado voz en off, que consiste en ir leyendo un texto enunciativo, na entrevista, música, un recital poético, y sin apoyo visual.
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