dilluns, 29 de setembre del 2014

La metodología en el proceso de enseñanza- aprendizaje.



La metodología en el proceso de enseñanza- aprendizaje.

Una vez que se han determinado cuáles serán los contenidos y conocimientos que se incluirán en el programa o currículo formativo, se necesita saber el cómo se aprenderán o, lo que es lo mismo, qué procedimientos didácticos se emplearán para conseguir los objetivos propuestos. Se trata de lo que se llama la metodología.

a)      Concepto y tipos de metodologías
            La palabra método proviene de otras de origen griego: "meta" (= objetivo) y "odos" (= camino, o forma de hacer algo). Por tanto, significaría la forma más adecuada de alcanzar una meta, un fin. Por extensión, la metodología sería la ciencia o tratado del método, así como el sistema de métodos propio de cada ciencia particular. Como pretende una meta, está íntimamente relacionado con los objetivos y los contenidos, y en tanto que forma de hacer algo, está relacionado con la selección de los contenidos, la definición y la secuenciación según unos principios establecidos.
            Finalmente, como camino a seguir, la metodología, tiene necesariamente que expresar un proceso ordenado, regular, definido y lógico que permita precisamente avanzar por dicho "camino" para poder integrarse en una unidad significativa superior.

            Evidentemente, no existe un solo método sino muchos. Una primera clasificación es la que se establece sobre la base de la presencia del formador:
 (En la práctica ambos métodos suelen funcionar de forma combinada)
                        - Que el formador esté presente en el aprendizaje: entonces hablamos de                          métodos heterodidácticos.
                        - Que el formador no esté presente en el aprendizaje: entonces hablamos                          de métodos autodidácticos".

            Otra clasificación se establece en función de las actitudes metodológicas
- Según el grado de intervención:

                        *Método didáctico: el formador imparte y el alumno escucha. Existe una             máxima intervención del formador en la transmisión de conocimientos y mínima            participación de los alumnos". Si se aplica correctamente no actúa en detrimento          del principio de actividad del alumno, sino que puede motivar la actividad         mental constructiva de sus propios aprendizajes, que se reflejará en la atención     prestada por el alumno. (charla, conferencia, clase magistral),

                        * Método dialéctico: en él la relación entre el formador y el alumno se      establece por el diálogo abierto a la participación de todos. Será el formador el       que tenga que facilitar la información necesaria y los recursos que hagan posible     la conversación a través de preguntas adecuadas a cada caso y situación, y que    unas veces servirán para entender la información, otras para agrupar o clasificar            y otras tendrán la finalidad de producir el cambio conceptual o la aplicación a        situaciones concretas dadas". (conversación o coloquio, el debate o mesa redonda y el panel.)

                        *Método heurístico: en este caso la intervención del formador se limita   a una función de guía y supervisión de la iniciativa que toma el alumno. En             algunas ocasiones, son los mismos alumnos los que pueden elegir la situación o    problema a resolver así como la técnica para lIevarlo a cabo, mientras que el             formador sólo supervisa y eventualmente corrige". o (experimentación de laboratorio, la      investigación sociológica. la resolución de problemas algorítmicos  y la resolución de tipo creativo).

- Según el grado de influencia: (Directamente relacionado con los estilos de liderazgo).

                        * Método impositivo: consiste en aplicar de forma estricta el principio     de autoridad, porque es el formador quien determina qué es lo que se estudiará,          durante cuánto tiempo y de qué forma.

                        * Método propositivo: en este caso el formador, en vez de imponer,         propone, dando razones o pruebas lógicas que demuestran qué conocimientos se         deben aprender o qué estrategias se deben seguir.

                        * Método expositivo: en él se aplica el tipo de liderazgo llamado laissez   fai-re, laissez passer, que consiste en que el formador expone sin aceptación previa ninguna del alumno, y serán las actitudes que adopte el formador las que        intenten obtener determinadas respuestas en los alumnos":

- Según el grado de valoración:

                        * Método dogmático: se presentan los contenidos como inamovibles y     sin posibilidad de discusión. Las opiniones se presentan como hechos.

                        * Método escéptico: en él el formador duda de tal forma que sus propias opiniones acaban siendo expuestas de manera desordenada y se abstiene de pronunciarse sobre ningún tipo de valoración, dejando con ello en manos de los          alumnos el sacar las conclusiones.

                        * Método crítico: en este método se sopesan las razones a favor y en       contra de una posible solución a una situación o problema concreto antes de       decidir, y cuya solución será el resultado de haber considerado previamente la   verdad como la integración de las distintas posiciones: (La técnica didáctica derivada de este                 método es la argumentación)
 





En un intento de hacer una aproximación valorativa sobre los distintos métodos podemos establecer que:

            Los métodos impositivos: son necesarios y adecuados cuando hay que    garantizar la integridad física y mental, o cuando están en peligro los derechos        ajenos. Ejemplos de ello los encontramos en las normas referidas a la seguridad vial (normas de              circulación, límites de velocidad, controles de alcoholemia, uso del cinturón), la normativa que protege la         salud (fumadores pasivos, infancia ... ) o la normativa sobre seguridad y salud laboral (medidas de             seguridad, de protección ... ).

            Los métodos dogmáticos: se aplican con frecuencia cuando no se pueden            verificar los hechos, y permiten transmitir mucha información de manera rápida    y adecuada, y siempre que dicha información se refiera a hechos y, además, sea            cierta (por ejemplo, "la sal está compuesta por cloro y sodio para formar cloruro sódico").

            En todo caso el formador tendrá que tener en cuenta que los métodos no son excluyentes sino complementarios, y que a él le corresponde buscar el equilibrio, así como la armonización de los métodos con los principios metodológicos, basándose en su conocimiento de cada una de las cáracterísticas de los métodos y en su propia experiencia y aplicando en cada caso el que considere más adecuado a lo que pretende transmitir al alumno.

            b) Principios y pautas a seguir en la selección de métodos
            Cuando el formador tiene necesariamente que decidirse por seleccionar para aplicar un tipo de método u otro, ha de tener en cuenta una serie de principios fundamentales que todo método debe cumplir, con independencia de los objetivos que se proponga alcanzar, y que son los siguientes:

            Principio de especificidad: el método tiene que adaptarse a los objetivos y a las circunstancias de cada caso.

            Principio de la relatividad: el valor y la eficacia de un método depende del modo en que se aplica y la adecuación o no de los instrumentos utilizados, por lo que es fundamental que al formador le sea cómodo usar dicho método; ya se sabe que un buen método mal aplicado puede ser menos eficaz que uno menos adecuado pero aplicado de forma más conveniente.
           
            Principio de complementariedad: los métodos, técnicas y procedimientos deben emplearse de manera complementaria, de tal forma que los aspectos débiles de unos métodos se puedan compensar con los puntos fuertes de otros, cubriéndose con ello todo el espectro de objetivos cognitivos, psicomotrices y afectivos.

            Principio de interdependencia: lo acertado o no de un método depende de la
situación, las circunstancias y, sobre todo, del grupo de alumnos al que se dirige, así como del nivel de preparación y medios materiales que requiera su aplicación.


            Una vez que se han seguido dichos principios en la selección, al formador le servirá de mucha ayuda también tener en cuenta las siguientes pautas o directrices para saber si el método seleccionado es el más adecuado para lo que se pretende conseguir de los alumnos. Para ello debe:

            - Evitar los métodos triviales o los demasiado complicados, según el contexto, el nivel de habilidades de los participantes y la secuencia del curso.
           
            - Dar preferencia a los métodos qWas actividades se centran en el alumno, para conseguir así una mayor implicación.

            - Adecuar el tiempo dedicado al método o a la resolución de una actividad, evitando así aquellos métodos que requieren más tiempo del adecuado para alcanzar el objetivo.

            - Invertir la energía de los participantes de manera inteligente, sin pedirles que dediquen mucho esfuerzo a métodos o actividades que no son críticos para conseguir los objetivos.
            - Utilizar métodos variados para adaptarse a los distintos estilos de aprendizaje de los participantes y para evitar el aburrimiento.

            - Emplear los métodos con los que se encuentre más cómodo .
           - Tener en cuenta que los métodos que tuvieron éxito con un grupo no tienen por qué tenerlo con otro grupo con distinto perfil, necesariamente.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada